Retrato Mencía de Mendoza

Mi más preciada posesión

Aquí os muestro un estudio que he hecho del retrato de Mencía de Mendoza

Mencía de Mendoza con su muñeca, a acuarela, lápices de colores y tratamiento digital.

Boceto original

Hace tres semanas mientras me encontraba con la elaboración de mi segundo álbum ilustrado y di por casualidad con un podcast “Las Hijas de Felipe”.

El primer capítulo que escuché fue “Dar es señorío, recibir es esclavitud”

Quedé profundamente impresionada y os animo a que lo vayáis a escuchar también.

 En este capítulo se hacía una descripción de una muñeca y me sentí impulsada a retratarla. Incorporé a Mencía en el último momento y la verdad es que me siento muy agradecida ya que ha inspirado una serie de retratos que haré poco a poco de las mujeres importantes de la historia. Esas damas silenciadas que tuvieron su lugar en la historia y que en el futuro les debemos un rescate digno.

Volveré a repetir la experiencia y podreis ver la colección en el siguiente enlace.

 Como soy diseñadora de moda he estado investigando todo lo referente a este retrato y su muñeca y lo quiero compartir con vosotras.

Livrustkammaren 77  Museo histórico de Suecia

Lo primero que encontré son las muñecas Pandora, pero su manufactura sencilla chocó terriblemente con la idea previa que yo ya me había hecho de la muñeca de Mencía tras escuchar vuestra melosa descripción.  

Esta muñeca era de la hija de Carlos IX de Suecia, la princesa Katarina Karlsdotter Vasa, bastante longeva para la época (1584-1647). Es interesante lo que se dice de ella por parte del museo de Suecia, y es que podría haber sido confeccionada por ella misma.

Katarina Karlsdotter Vasa (1584-1647) retratada por Jacob Heinrich Elbfas (1600-1664)

Está datada en el 1595, lo que probablemente hizo que Katarina fuera demasiado mayor para jugar con ella, la muñeca también está en muy buenas condiciones, lo que hace un poco improbable que fuera utilizada como muñeca. Esto es lo que dicen en el museo, pero la verdadera utilidad de las muñecas era para globalizar la moda del momento en la alta sociedad europea.

Antes que las revistas y los desfiles de moda nos invadieran, fueron las muñecas a lo largo de varios siglos las encargadas de lucir las modas más nuevas. Es importante no confundirlas con simples muñecas vestidas a la moda. Este dato se explica en el libro de Max Von Boehn “An illustrated guide to the doll as used in fashion”

Eso desmontaría nuestra visión patética de la historia desde nuestra comodidad del futuro, ya hemos errado en innumerables ocasiones. No me voy a poner pesada con la época que más me gusta que es la edad antigua pero sí dar el dato de que la mayoría de las figuras semejantes a “muñecas” de los primeros tiempos eran objetos mágicos, religiosos y ritualísticos, no absurdos juguetes. He llegado a leer que la Venus de Willendorf estaba fabricada para preparar a la vida sexual de las jovencitas de las cavernas, como si la gente para procrearse en la época cavernícola tuviesen algún tipo de pudor.

Todos los tejidos y los hilos utilizados de la muñeca de Katarina son de seda. También tiene hilos de oro y de plata, y perlas auténticas que decoran su peinado. A su vez su rostro está vestido de tafetán de seda pálida con ojos, cejas, nariz y boca bordados con hilo de seda.

El cabello es humano en un tono rubio oscuro y porta una diadema de fino hilo de oro.

Aquí voy a echar mano de la mitología y de la misoginia (siempre presente en los mitos griegos y textos bíblicos) de lo que se sabe de estas primeras muñecas trofeo Pandora, en la que la misma Pandora del mito fue un regalo maravilloso y terrorífico fruto de la venganza entre machirulos.

Pandora fue la primera mujer del género humano en la mitología griega. Su nacimiento fue provocado por Zeus al enfadarse con Prometeo por el robo del fuego para dárselo a los hombres. Y castigó a Prometeo y a los seres humanos por igual, por lo que maquinó una venganza sutil y encargó a Hefesto que fabricara una figura de arcilla con forma de mujer a la que dio voz y características humanas y la hizo tan hermosa como una diosa. Todos los dioses le dieron sus dones a esta muñeca de arcilla al modo de las hadas en el cuento de “la bella durmiente”.

Afrodita le otorgó la gracia, Atenea la vistió y le dio el dominio del arte de tejer, las Cárites y Pito la engalanaron con joyas, las Horas la coronaron con flores pero Hermés introdujo en su corazón el engaño. Hermés la bautizó con el nombre de Pandora ya que todos los dioses le otorgaron sus dones.

Zeus le entregó una tinaja sellada a la ya muchacha, con la indicación de que no la abriera bajo ningún pretexto, en su interior se ocultaban un sinfín de calamidades. Se la ofrecieron  como esposa al hermano de Prometeo, el titán Epimeteo. Epimeteo no quiso escuchar las advertencias del listillo de su hermano diciéndole que sospechaba que el regalo de Zeus fuese con buenas intenciones por muy bien envoltorio que éste tuviera.

 Con Pandora acabaría la Edad de Oro para los hombres, comenzando la Edad de Plata caracterizada con la muerte y el nacimiento mediante el parto. 

 Los titanes y los dioses son hermafroditas, porque sino todo su panteón se va al carajo. ¡En fin! Si Zeus quisiera castigar de verdad a los hombres, primero que no regale a la primera mujer y segundo que les ponga a parir a los hombres (a parir real no a amonestarlos, je, je). ¡En fin! La que avisa no es traidora.

 Ya sea por uno u otro significado, lo que nos ocupa es el uso del nombre Pandora para designar a una muñeca utilizada para presentar la moda del momento.

He encontrado otro tipo de muñecas, las Queen Anne que eran de madera y concebidas como objetos de adorno más que como juguetes para niños.

Esta muñeca de 1680 me ha parecido de gran inspiración a pesar de que esté un siglo por delante de la muñeca de nuestra protagonista, ya que el aspecto es similar al que yo tenía en mi cabeza, aunque no se adecúe al rigor histórico que lo desconocemos como sería la auténtica y en agujeros temporales lo mejor es echar mano de la imaginación.

Aquí ya hablo como ilustradora, y es lo que me dijo mi editora de Planeta en nuestra primera entrevista. La ilustración no es un acompañamiento, ni es un adorno del texto; es un lenguaje propio en el que la artista dialoga con el lector visual y cuenta una narrativa paralela a la historia escrita.

 Para ilustrar a esta muñeca de descripción preciosista, me puse en el lugar de la mujer o mujeres que elaboraron la muñeca.

 Se ha comprobado que desde finales del siglo XIV ya se conocía este método. Según un registro de 1396 de Robert de Varennes, el sastre corte de Carlos VI de Francia, en el cual queda constancia de haber recibido 459 francos para el guardarropa de una muñeca, para ser enviada por la reina Isabel de Baviera a la Reina de Inglaterra. Una cantidad desorbitada para la época. Parecido a los trajecitos de las monas de la casa real española.

A través del intercambio de muñecas entre las princesas y reinas se conseguía mantener las buenas relaciones entre los diferentes países a la vez que se promocionaba la moda. Son varios los ejemplos de este tipo de intercambios entre la realeza, como cuando en 1496 la reina Ana de Bretaña envía una muñeca magníficamente vestida a la reina Isabel la Católica, a pesar de haber pasado ésta ya los cincuenta años de edad.

Leonie Frieda, en su biografía sobre Catalina de Medici (esposa de Enrique II de Francia, reina consorte de Francia desde 1547 a 1559) afirma que entre los objetos que albergaba la reina como coleccionista de arte que era, se encontraron varias muñecas ataviadas con diversos tipos de vestidos. Del mismo modo que nuestra protagonista Mencía de Mendoza.

Es el siglo XVII, una vez establecido el predominio de la moda francesa fue cuando “las muñecas de moda” se convirtieron  en la vía ideal para promocionar el estilo del vestir francés.

Y así fue como el rey Enrique IV de Francia, ordenó realizar dos muñecas vestidas a la moda, para ser enviadas a María de Médicis, quien sería su segunda esposa ya que ella había enviado un mensaje desde Italia expresando su deseo de conocer algunos ejemplos de la moda llevada en la corte francesa. Es en este momento en que puede establecerse como la primera muñeca Pandora, al ser de mayor tamaño y especialmente ataviadas según la moda cortesana francesa.

Volvamos a nuestra muñeca y a la inspiración que he tenido debido a la descripción del testamento de Mencía de Mendoza.

William Larkin (1580–1619) Three Young Girls

También busqué en la moda del momento y en la descripción, para ir ajustando los detalles que me faltaban a la hora de dibujar, en elegantes damas retratadas de luto.

Lucy Harington (1581-1627) Condesa de Bedford, Mecenas aristocrática de arte y literatura, escritora y poeta. Pintado por Johannes Priwitzer (1590-1640)

Condesa de Añover, María López de Mendoza y Pacheco por Rodrigo de Villandrando (1588-1622)

Ana de Austria (1549-1580) retratada en traje negro a mano izquierda por Juan Pantoja de la Cruz (1553-1608) y a mano derecha por Alonso Sanchez Coello (1532-1588).

Por muy nobles que fueran lucían sus mejores galas para los retratos, sin miedo de repetir modelo, al igual que le pasó a Mencía como luego veremos.

Tafetán de seda de la época, en terciopelo rasurado a mano también podrían ser tejidos en telar formando dibujos, cosa que me parece tanto o más laboriosa.

Lo que pudieron ser los pantuflos de terciopelo de seda negro.

No he encontrado lo que sería el Cabrai pero viendo blondas de la época y de la muñeca Pandora de Katerina he supuesto que sería algo así. Podría ser una cinta confeccionada a ganchillo o a encaje de bolillos de hilos finísimos de oro, ambas técnicas se pusieron de moda en el siglo XVI.

Faldón interior verdugado de una muñeca de madera.

El verdugado era un ahuecador de falda realizado con ramas de verdugo, rama que se corta verde. Esta pieza fue utilizada por debajo del vestido para lograr una silueta ancha, y disimular las formas pecaminosas de la mujer.

Para los atavíos de Mencía me he fijado en la toca que lucían algunas damas de la época.

 Cuadro de Doña María Pacheco (1497-1531) viuda del líder comunero Juan de Padilla (1490-1521) pintado por Vicente Borrás y Mompó .

Esta obra me parece muy inspiradora de una joven viuda doliente y como soriana que soy me ha parecido adecuado destacarla. Me ha llamado la atención del contraste del blanco y el negro en el atuendo. Según Grabrielle Chanel (1883-1971) el blanco daba luz al rostro y las perlas fueron muy utilizadas por la diseñadora como complemento del buen gusto y la elegancia combinados con su Petite Roibe Noire. Otro día os cuento porqué se hacía llamar Cocó. ¡Una GENIA! En todos los aspectos de su vida y una visionaria no solo de moda, sino de bienestar y revolución femenina.

Grabrielle Chanel (1883-1971)

Bello retrato de Isabel de Portugal (1503-1539) obra de Tiziano (1490-1576)

Isabel luce un traje escandalosamente similar con el que Mencía se retrató hasta la saciedad, tal vez influenciada por una muñeca Pandora vestida a la moda del momento.

Retrato de autor desconocido de Mencía de Mendoza que cuelga en la Catedral de Burgos.

Sepulcro de los Mendoza en los Condestables de la Catedral de Burgos.

Acabo este extenso estudio con las palabras de René Payo, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Burgos.

«Mencía de Mendoza y Figueroa era una mujer muy poderosa, con una gran capacidad económica que venía no solo de su marido, sino también de ella misma esta situación era bastante habitual en estos momentos. En muchas ocasiones, el encargo artístico en una casa nobiliaria estaba vigilado, impulsado y tutelado por la mujer. Algo similar ocurría en aquella época en Castilla, durante el reinado de los Reyes Católicos, donde ambos actuaban de manera paralela, sin ser uno más que otro».

Ha sido un trabajo delicioso que sin duda repetiré.

Mencía de Mendoza por Simon Bening, 1531. Berlín, Staatliche Museen